Mis primeros recuerdos son de cuando tenia algo menos de 10 años.

En aquellos años las sartenes funcionaban con carbón y la masa se realizaba a mano, ya no había más diferencias en cuanto a la fabricación de los churros. Venían unas mujeres con unas grandes cestas de mimbre que luego se dedicaban a vender los churros por los diferentes barrios de Zaragoza. Por una peseta se daban 3 churros.

Con el paso del tiempo las maquinas y utensilios han ido cambiando, primero con unos rudimentarios motores de petróleo, más tarde, de gasoil y en estos momentos con modernos motores y termostatos digitales. Las amasadoras también han ido sufriendo sus cambios y sus mejoras con el paso del tiempo. Aquellas mujeres con cestas de mimbre han desaparecido y han sido sustituidas por modernos coches y los churros empaquetados en bonitas bolsas de papel antigrasa. Los antiguos palos de madera con los que se hacían las roscas de churros son ahora de acero inoxidable.

En definitiva, esta churrería se ha ido adaptando y modernizando a los tiempos que corren y la muestra de todo esto es esta página web. Pero lo que nunca se ha perdido ha sido la manera de hacer los churros, si bien nos ayudamos con modernas maquinas, seguimos haciendo los churros de una manera artesana y con las mejores materias primas, una muestra de ese cuidado en su elaboración, es que usamos harina ecológica.

Durante todos estos años nuestra máxima ha sido la CALIDAD y así seguirá siendo.

Un saludo a todos.

Fernando

Hay momentos especiales,
Hay días especiales,
también hay personas especiales.
Son esos momentos, días y personas
que están escritos en ese diario especial
que cada uno tiene en su corazón.
Estos son los churros especiales
que hacemos algunos días especiales
dedicados a esas personas especiales
que nos hacen vivir esos momentos especiales.